viernes, 5 de abril de 2019

Trastorno Negativista Desafiante.





EL TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE

A lo largo del desarrollo del niño, es normal que en determinadas etapas muestren cierto grado de rebeldía y conductas desafiantes y de oposición. Son comportamientos normales, inherente al proceso evolutivo y necesarios para la construcción de su identidad, madurez e independencia y el consiguiente desarrollo sano. Pero cuando esta actitud rebelde y las conductas que la acompañan se vuelven extremas, intensas y persistentes podemos estar ante un problema más complicado el Trastorno Negativista Desafiante.
Podemos definirlo como “un patrón recurrente de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil hacia figuras de autoridad que se mantiene por lo menos durante seis meses.”
Es un tipo de trastorno del comportamiento que debe ser tratado antes de que desencadene en problemas más graves como un trastorno disocial.
Características del Diagnóstico del Trastorno Negativista Desafiante
Según el DSM-5 
A. Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se manifiesta por lo menos con cuatro síntomas de cualquiera de las categorías siguientes y que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano.
Enfado/irritabilidad
  1. A menudo pierde la calma.
  2. A menudo está susceptible o se molesta con facilidad.
  3. A menudo está enfadado y resentido.
Discusiones/actitud desafiante
  1. Discute a menudo con la autoridad o con los adultos, en el caso de los niños y los adolescentes.
  2. A menudo desafía activamente o rechaza satisfacer la petición por parte de figuras de autoridad o normas.
  3. A menudo molesta a los demás deliberadamente.
  4. A menudo culpa a los demás por sus errores o su mal comportamiento.
Vengativo
  1. Ha sido rencoroso o vengativo por lo menos dos veces en los últimos seis meses.
B. Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de trabajo) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, profesional u otras importantes.
C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación perturbador del estado de ánimo.

Causas del Trastorno Negativista Desafiante
El trastorno negativista desafiante no tiene una causa clara y especifica. Se estima que son múltiples las causas cuya concurrencia predisponen a padecer el trastorno. Se considera que puede originarse a raíz de la combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales.
Determinadas circunstancias pueden predisponer a padecer el trastorno, como ambiente de exclusión social, aprendizaje de actitudes hostiles, falta de autoridad y disciplina en la educación, utilización de refuerzos negativos, etc. Es habitual encontrar el trastorno en niños con TDA.
Pautas para tratar el trastorno 

  1. Acude a un especialista que haga un diagnóstico claro y establezca las bases del tratamiento según las características y necesidades del niño.
  2. Establece una lista de normas y reglas que debe cumplir. Es importante que estas reglas sean establecidas en consenso y comprendidas y aceptadas por el niño. Así como establecidas antes de aplicarlas. Una buena opción es anotar las reglas donde pueda verlas y recordárselas de vez en cuando.
  3. Define una lista de conductas adecuadas. Igualmente lo haremos en consenso y comprobando que el niño comprende las conductas adecuadas.
  4. Refuerza las conductas adecuadas de manera positiva.
  5. Aplica consecuencias a las conductas no deseadas, no es lo mismo que castigar. Pero si no cumple con lo acordado, tampoco obtendrá los beneficios y tendrá que responsabilizarse del posible daño que haya causado.
  6. Prueba a emplear técnicas como la economía de fichas, los pactos y contratos conductuales, etc.
  7. Mantén la calma, y aplica la empatía, no te tomes como algo personal sus desafíos, o ataques de rebeldía, no te culpes por ello tampoco. Entiende que son parte de una respuesta aprendida.
  8. Evita entrar en una lucha de poder, en lugar intenta ofrecerle opciones al niño, y comunícate con él de manera asertiva (sin atacarle).
  9. Desarrolla su inteligencia emocional y enséñale a sacar la agresividad y emociones negativas de un modo más constructivo.
  10. Sirve de ejemplo y responde con respeto y educación.
De Educa y Aprende.- Escuela de padres. Celia Rodríguez Ruiz | Psicóloga y Pedagoga @educa_aprende




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